jueves, 23 de octubre de 2014

¿Qué dice la Biblia acerca de la homosexualidad?

Una comprensión bíblica de los cambios sociales de nuestro país



    Los tiempos que vivimos son evidentemente diferentes a los que vivieron nuestros padres y abuelos. En todos lados vemos que el "mercado de las ideas modernas" nos ofrecen nuevas concepciones de lo que es el Ser Humano. Este siglo XXI es un siglo de grandes cambios, y algunos de ellos se refieren a la definición y la concepción de la sexualidad humana. 
     Y es debido a que nuestra sociedad occidental valora tanto la libertad individual, que nos encontramos haciendo una revisión completa de algunos conceptos que, otrora, eran considerados incuestionables.     
    Muchas personas miran la postura evangélica y se preguntan: "¿Por qué no te pones a tono con los tiempos actuales? ¿No te das cuenta que tus posturas son arcaicas?" Pero los cristianos bíblicos no estamos en una postura porque nos interese principalmente cuidar la "rica tradición evangélica" o dejar a nuestra sociedad en una especie de "congelador moral". 
    La base para cualquier discusión cristiana es ¿Qué dice Dios? Y el cristiano estará dispuesto a ir dondequiera que la voluntad divina, expresada en las Escrituras nos lleve, a pesar de nuestra pre concepciones, prejuicios y preferencias.
    Por lo cual, al acercarnos al tema homosexual, es importante hacerlo desde una base bíblica. Ella es la infalible Palabra de Dios, y es una guía suficiente para nuestra caminar en la tierra.

I.- TODOS SOMOS PECADORES
        Antes de revisar los pasajes bíblicos, es necesario establecer un punto de inicio, y es que los cristianos bíblicos no odiamos a los homosexuales. Dicho de otra forma, no somos homofóbicos. Conozco personas que padecen de aracnofobia, y apenas ven una araña, salen espantados. Pero he tenido la posibilidad de compartir con muchas personas que sienten atracción a personas de igual sexo, en un ambiente de respecto y aprecio. Las caricaturas que los activistas homosexuales quieren hacer valer por los medios de comunicación, son totalmente exageradas y sólo logran colocar a las personas que debaten el tema, en dos polos antagónicos.
       
    Dicho lo anterior, es importante afirmar también que han habido muchas personas del mundo evangélico que han manifestado su rechazo a la vida homosexual de una forma totalmente injustificada y con aires de superioridad.
   La Biblia no trata este tema como "homosexuales-pecadores" v/s "heterosexuales-buenos", pues la Biblia señala que todos somos pecadores. Pablo dijo: "Por cuantos todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23)
    Cuando hablamos de la homosexualidad, no debemos ver esto como una situación que padecen “otros” y que están distantes a nosotros, sino, una realidad que viven personas que amamos y apreciamos. 
    Por esto es importante afirmar que también todos somos pecadores sexuales. Como dice Merville Vincent, citado por John Stott  en su libro "Homosexualidad, ¿una opción cristiana?": 
“Sospecho que, desde el punto de vista de Dios, todos somos pervertidos sexuales. Dudo de que haya alguien que no haya tenido un pensamiento lujurioso que pervierte el ideal perfecto que tiene Dios de la sexualidad".

II.- DIOS DESEA CAMBIARNOS     
   Dios nos acepta en la condición que nos encontremos, sin embargo, nos acepta para transformarnos, no para dejarnos igual. Cuando una mujer. que había sido sorprendida por los líderes judíos en el pecado de adulterio, fue presentada ante Jesús, el Señor le dijo: "¿Dónde están los que te condenaban? ¿Ninguno te condenó?...Ni yo te condeno" (Juan 8:10, 11) 
    A  muchos de nosotros nos encanta esta verdad bíblica. ¡Jesús no nos condena! Decenas de personas han visto aquí que Jesús es tolerante, que nos ama a todos a pesar de lo que hagamos. Y es verdad que aquí se puede ver claramente la misericordia y amor divino, pero el mensaje del Señor Jesús no terminó ahí.
    Luego continuó diciéndole a ella: "Vete, y no peques más." (Juan 8:11). Sólo cuando leemos la frase completa podemos entender en forma cabal el evangelio de Jesús. No nos condena pero nos transforma, y si no deseo ser transformado, es porque no he entendido el evangelio.
    Por lo cual, nos tratamos de acercar a este tema con respeto y amor para aquellas personas que están confundidas respecto a la expresión de su sexualidad, pero por otra parte, lo queremos hacer bajo la verdad de Jesús para que puedan considerar atentamente lo que Dios nos dice. 


III.- PASAJES BÍBLICOS QUE HABLAN EN FORMA EXPLÍCITA DE LA HOMOSEXUALIDAD
Revisemos algunos de los textos que nos hablan acerca de la práctica homosexual.

1)  Sodoma 
Llegaron,  pues,  los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde;  y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.  Y viéndolos Lot,  se levantó a recibirlos...  y fueron con él,  y entraron en su casa...
Pero antes que se acostasen,  rodearon la casa los hombres de la ciudad,  los varones de Sodoma,  todo el pueblo junto,  desde el más joven hasta el más viejo.
Y llamaron a Lot,  y le dijeron:  ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?  Sácalos,  para que los conozcamos.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta,  y cerró la puerta tras sí, y dijo:  Os ruego,  hermanos míos,  que no hagáis tal maldad.
He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón;  os las sacaré fuera,  y haced de ellas como bien os pareciere;  solamente que a estos varones no hagáis nada,  pues que vinieron a la sombra de mi tejado.                                        (Génesis 19:1-8)

Aquí tenemos el primer pasaje explícito que aborda este tema. Algunos teólogos  revisionistas dicen que el pecado de los hombres de esta ciudad fue el no respetar las costumbres de hospitalidad. ¿Es así? Una simple lectura nos muestra que esta interpretación fuerza el pasaje en cuestión. ¿Por qué ofrecería Lot a sus hijas? ¿Por que la Biblia usa la palabra "conocer" que en muchas ocasiones tiene connotación de intimidad sexual? Por ejemplo "conoció Caín a su mujer" (Gn 4:17) o "conoció de nuevo Adán a su mujer" (Gn 4:25) .
Es importante establecer que la práctica de una conducta homosexual no fue el único pecado de estas ciudades. Algunos pasajes bíblicos como Isaías 1:10-17; Jeremías 23:14 y Ezequiel 16:49-50, nos dan a entender que habían muchos más. 
Judas, en el Nuevo Testamento, toma este texto y nos dice: "como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas,  las cuales de la misma manera que aquéllos,  habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza,  fueron puestas por ejemplo,  sufriendo el castigo del fuego eterno". (Judas 1:7)

2) La ley de Levítico
No te echarás con varón como con mujer;  es abominación.
Si alguno se ayuntare con varón como con mujer,  abominación hicieron;  ambos han de ser muertos;  sobre ellos será su sangre.               (Levítico 18:22, 20:13)

Estos pasajes son llanos y directos,. Dios le da a conocer en la Torá, a su pueblo Israel, acerca de algunas de las conductas sexuales que tenían otras naciones. Dios les muestra que es tajante en cuanto a la prohibición.

3) La descripción de Pablo de la entrada y consecuencias del pecado
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas;  pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,  dejando el uso natural de la mujer,  se encendieron en su lascivia unos con otros,  cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres,  y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,  Dios los entregó a una mente reprobada,  para hacer cosas que no convienen. (Romanos 1:26-28)

Este pasaje nos describe los efectos que ha tenido a través del tiempo, el pecado en la historia humana. Algunos han señalado que este pasaje sólo describe la practica homosexual que estaba asociada a la idolatría pagana de su tiempo. Sin embargo, este pasaje nos habla de los efectos sobre toda la humanidad del pecado, entre los cuales se encuentra la homosexualidad.
Pablo trata de que comprendamos que hay muchas cosas en nuestro mundo que no andan bien, y esto es una realidad también para nosotros los seres humanos. Por eso necesitamos el poder del evangelio, para ser restaurados por Dios.

4) Dos listas de pecadores
Finalmente, podemos establecer una cuarta categoría de pasajes bíblicos en las cuales el apóstol Pablo da a conocer una lista de pecadores.
Pero sabemos que la ley es buena,  si uno la usa legítimamente; conociendo esto,  que la ley no fue dada para el justo,  sino para los transgresores y desobedientes,  para los impíos y pecadores,  para los irreverentes y profanos,  para los parricidas y matricidas,  para los homicidas,  para los fornicarios,  para los sodomitas,  para los secuestradores,  para los mentirosos y perjuros,  y para cuanto se oponga a la sana doctrina
                                                                                             (1 Timoteo 1:8-10)

No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?  No erréis;  ni los fornicarios,  ni los idólatras,  ni los adúlteros,  ni los afeminados,  ni los que se echan con varones,  ni los ladrones,  ni los avaros,  ni los borrachos,  ni los maldicientes,  ni los estafadores,  heredarán el reino de Dios.
 Y esto erais algunos;  mas ya habéis sido lavados,  ya habéis sido santificados,  ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús,  y por el Espíritu de nuestro Dios. 
(1 Corintios 6:9-11)

a.  Estos textos nos hablan, ambos,  de sodomitas o afeminados, que proviene de la palabra malakoi, que significa “suave al tacto” y que entre los griegos se utilizaba  para referirse a los hombres (y a veces niños) que tenían un papel pasivo en la relación sexual.
Los que se echan con varones, sólo en el segundo pasaje. Aquí se utiliza la palabra arsenokoitai que literalmente es “hombre en la cama” y se refiere a los que tomaban el papel activo en el acto sexual.

Un acercamiento honesto a la Biblia nos llevará ineludiblemente a la conclusión que ella prohíbe la práctica de la homosexualidad.  Nadie puede ser un cristiano honesto si no deja que la Palabra de Dios hable por si misma y que nos exponga la mente de Dios.
Pero, esto no significa que no haya esperanza para aquellos que se sienten fuertemente atraídos  a personas del mismo sexo. El evangelio es para todos.
En un próximo artículo revisaremos cuál es la esperanza cristiana para alguien que vive en la homosexualidad.



miércoles, 15 de octubre de 2014

Fernando Paulsen se equivoca 

en su entendimiento del Evangelio

El  periodista chileno dejó entrever su concepción del Evangelio de Cristo en radio ADN este lunes 13 de Octubre, en medio de sus comentarios de las acusaciones de Ricardo Ezatti a tres reconocidos sacerdotes católicos.

    El reconocido periodista Fernando Paulsen vertió algunas opiniones de la pugna entre el líder de la Iglesia Católica chilena, Ricardo Ezatti, y su  supuesta acusación al Vaticano de tres sacerdotes católicos.
    Como pastor evangélico, no pretendo comentar estas disputas que suceden en el interior de esta Iglesia, sino más bien, analizar desde una perspectiva bíblica las ideas que se encuentran en nuestro país acerca de lo que es y no es el Evangelio. 

1.- El Evangelio de Jesús está en oposición a las leyes del Dios del Antiguo Testamento.
    Fernando Paulsen señaló que el Dios airado del Antiguo Testamento nos dios leyes que obedecer, pero Jesús nos ama  tanto que no importa lo que hagamos, pues vino a mostrarnos que Dios no se relaciona  con nosotros por medio de leyes. 
    Según esta concepción Jesús está en oposición con el Dios veterotestamentario. Sin embargo, las Escrituras no dicen eso. El mismo Señor dijo "Yo y mi Padre uno somos" (Juan 10:30), por lo cual no hay desavenencia. También dijo: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas;  no he venido para abrogar,  sino para cumplir". (Mateo 5:17).
    El Evangelio no está en oposición al Antiguo Pacto, sino más bien es su cumplimento en Cristo, Debido a que nosotros no podemos cumplir las demandas de un Dios santo, Jesús tomó nuestro lugar.
    Sin embargo, Dios no baja sus normas morales. Es más, Jesús las elevó en el conocido Sermón del Monte. En forma reiterada leemos en este discurso público del Salvador: "Oísteis que fue dicho... Mas yo os digo". En cada una de esa ocasiones muestra que sus demandas son más grandes que las que se encontraban en la ley mosaica. A modo de ejemplo, baste destacar que en el Decálogo se prohibía el adulterio (7° mandamiento);  a esto, el Señor Jesús dijo a sus oyentes: "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla,  ya adulteró con ella en su corazón". (Mateo 5:28) Claramente las demandas de Jesús y el Evangelio superan con  abundancia las exigencias que existían en la ley de Moisés. Si alguien espera estar en una correcta relación con Dios, creyendo que Él bajará sus normas, está completamente equivocado.

    Hay maravillosos pasajes en el Antiguo Testamento que nos recuerdan el amor de Dios, como por ejemplo: "Con amor eterno te he amado;  por tanto,  te prolongué mi misericordia". (Jeremías 31:3). En contrapartida, hay claras advertencias en el Nuevo Testamento acerca de vivir nuestra vidas en desobediencia al Dios Santo. Pablo dijo: "Cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego,  para dar retribución a los que no conocieron a Dios,  ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo" (2 Tesalonicenses 1:7, 8).
    Este supuesto antagonismo entre el Nuevo y Antiguo Pacto no tiene su origen en la Biblia, sino que fue una propuesta del hereje del II siglo, llamado Marción, cuyas ideas fueron rechazadas por los cristianos de su tiempo. No pensemos que el Evangelio favorece la idea de un "dios light" que nos va a dejar vivir enlodados en el barro del pecado sin estremecerse por nuestra condición. El Evangelio es buena noticia para el gran problema humano del pecado.



2.- El Evangelio tiene alcances universales.
    En el mismo programa de radio ADN, el periodista señaló que "El Evangelio de Jesús llega a todas las personas, inclusive a aquellas que no creen". Pero ¿Es esto cierto?
    Si bien sabemos que Cristo murió en la cruz y que el Evangelio debe ser predicado a toda criatura, las Escrituras nunca afirman que sus beneficios ya han alcanzado (ni que tampoco lo harán en el futuro) a todos los seres humanos. 
   El Salvador dijo: "Entrad por la puerta estrecha;  porque ancha es la puerta,  y espacioso el camino que lleva a la perdición,  y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta,  y angosto el camino que lleva a la vida,  y pocos son los que la hallan". (Mateo 7:13, 14) También afirmó: "No todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos". (Mateo 7:21)
    El Evangelio es un ofrecimiento que se hace a toda persona, pero no todos vienen a Cristo. No porque seamos un país con profundos valores católicos, significa que todos son cristianos. Tampoco  yo, por pertenecer a una tradición evangélica, soy cristiano. Al Evangelio no se entra por asentir a ciertas verdades religiosas ni por algún rito de la infancia, niñez ni la adultez, sino por venir a Jesús, y sólo a Jesús, en arrepentimiento y con el deseo de ser transformados por Él. Ese es el mensaje que predicaron los apóstoles y por el cual estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas. Nunca lo olvidemos.
    El pastor Timothy Keller dice en su libro Iglesia Centrada:  
El evangelio es las buenas noticias de que hemos sido rescatados o salvados. ¿De qué hemos sido rescatados? Del castigo venidero (1 Ts 1:10), la ira de Dios, pues nuestra relación con Él está quebrantada. Porque estamos alienados de Dios, nos sentimos sicológicamente, socialmente y físicamente alienados. A partir del Paraíso vivimos en un mundo lleno de sufrimientos, enfermedades, pobreza, discriminación racial, desastres naturales, guerras, envejecimiento y muerte, y todo esto proviene de la ira y maldición de Dios sobre el mundo. Sin embargo, nuestro gran problema no viene de las relaciones “horizontales”, aunque son las que más a menudo saltan a la vista; sino nuestra relación “vertical” con Dios.
   No todos los seres humanos viven en una nueva relación con Dios por medio del Evangelio de Jesús y no todos entienden en que consiste este Evangelio. Por lo cual, aquellos que hemos sido rescatados por Cristo, debemos proclamarle.


3.- El Evangelio consiste en aliviar las necesidades sociales de los más desposeídos.
    Muchas personas arreciaron sus críticas contra Ricardo Ezatti debido al reconocimiento que gozan los tres sacerdotes cuestionados. La actitud de estos tres hombres es del todo loable, pues su espíritu de entrega y de amor hacia otros debe ser imitada. Sin embargo, ¿Esto es el Evangelio? ¿Está centrado el Evangelio en el área social? No.
    El Evangelio es la restauración de todas las cosas por medio del Señor Jesús, pero hay que diferenciar muy bien en lo que el Evangelio es y en lo que el Evangelio produce. Cito nuevamente al pastor Timothy Keller
"Es verdad que el evangelio trae soluciones al sufrimiento e injusticia, pero lo hace resolviendo en primer lugar, el más profundo de los problemas humanos, el problema de la relación del hombre con su Hacedor, por lo que si no ponemos en claro esta solución como la base, estaremos desvirtuando el mensaje. El evangelio es ante todo la divulgación de la obra de Cristo en nuestro favor, lo que Él hizo POR nosotros".
    Pablo, hablando acerca de su llamado a ser un apóstol de Jesús y su encuentro en Jerusalén con los demás apóstoles, nos muestra algunas indicaciones que les dieron a él y a su acompañante Bernabé: "Reconociendo la gracia que me había sido dada,  Jacobo,  Cefas y Juan,  que eran considerados como columnas,  nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo,  para que nosotros fuésemos a los gentiles,  y ellos a la circuncisión. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres;  lo cual también procuré con diligencia hacer". (Gálatas 2:9, 10)
    Estos hombres trataron de predicar el Evangelio, sin descuidar las necesidades materiales de sus oyentes, pero nunca reemplazando el Evangelio con las necesidades materiales. Las dos deben ir unidas, pero no son lo mismo.
    Escribiendo a los cristianos de Roma, el apóstol Pablo dijo: "Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,  y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,  serás salvo". (Romanos 10:8, 9)    

    Si alguien no está dispuesto a decir y a vivir con Cristo como su Señor, no ha entendido el Evangelio de Jesús.  Es indudable que la Iglesia Evangélica chilena a llegado en muchos sectores de baja condición social, donde ha crecido notablemente. Pero lo ha hecho apuntando a la necesidad que tenemos de relacionarnos correctamente con Dios.
     Si ayudamos a las personas a mejorar su situación económica les haremos un gran bien. Pero si les ayudamos a las personas para que conozcan a Cristo, por medio de las Escrituras, y así, sean reconciliados con Dios, les haremos un bien eterno.



   Es el deber de todos los cristianos dar a conocer en qué consiste el Evangelio del Señor Jesucristo,  Nuestro mundo, tiene una gran confusión de ideas, lo que hace que la vida y muerte del Salvador parezca algo lejano, extraño e irrelevante. No pretendamos cambiarlo sino que digamos con Pablo:
"Porque no me avergüenzo del evangelio,  porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;  al judío primeramente,  y también al griego". (Romanos 1:16)





lunes, 13 de octubre de 2014

UNA VISIÓN BÍBLICA DE NUESTRA SEXUALIDAD:
El diseño original de Dios



Examíname,  oh Dios,  y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno                         (Salmo 139:23, 24)

Para ninguna persona es novedad que nuestro mundo actual ha sufrido grandes cambios de todo tipo. Mucho de estos cambios han sido notablemente beneficiosos, como la tecnología por ejemplo, sin embargo, otros no lo han sido. Esto es particularmente cierto respecto a la visión de nuestro mundo actual de la sexualidad humana.
Si hay un área en la que los cristianos sentimos toda la fuerza de nuestra  naturaleza caída, la tentación que proviene del enemigo de nuestras almas y la presión de nuestro mundo actual, es en el área sexual. 
Nuestra sociedad, pone presión sobre nosotros y trata que nos amoldemos a sus propuestas, sus políticas y sus demandas, y cuando rehusamos hacerlo, nos espetan: ¡intolerantes! El pastor John Piper, describe en su libro “el pacto matrimonial” la sociedad en la cual nos encontramos. Él dice: 
“El ídolo principal (de nuestra sociedad moderna) es el ego; su doctrina principal es la autonomía; su acto central de adoración es el entretenimiento; sus tres altares principales son la televisión, Internet y el cine; y su genuflexión más sagrada son las relaciones sexuales desinhibidas”                            (p. 3)
 Pero la primera fidelidad del cristiano es ante Dios y su Palabra. Si sabemos lo que Él nos demanda y lo tomamos en serio para nuestras vidas, estaremos mucho más tranquilos, pues es mejor obedecer a Dios antes que a los hombres. 
Es por eso que queremos que Dios pueda examinar nuestra visión de la sexualidad y pueda corregir en nosotros todo lo que el pecado ha distorsionado. Veamos cuatro principios. 

En primer lugar,  Dios diseñó al hombre y la mujer en igualdad . La Biblia nos dice:
Y creó Dios al hombre a su imagen,  a imagen de Dios lo creó;  varón y hembra los creó.                      (Génesis 1:27)
Ambos fueron creados por Dios. La palabra "Hombre" en el contexto significa “ser humano”, por lo cual ambos poseen la imagen de Dios.
El diseño original de Dios no contempla la "guerra de los sexos". Dios no es machista, tampoco feminista. Su plan es la igualdad de dignidad pero con claras diferencias físicas y psicológicas.

En segundo lugar Dios diseñó la unión entre un hombre y una mujer para evitar la soledad. Hay gente que piensa que el matrimonio es un sistema de opresión sobre la mujer, para trata de dominarla, sin embargo, la Biblia nos lleva a una dirección totalmente distinta.
Y dijo Jehová Dios:  No es bueno que el hombre esté solo;  le haré ayuda idónea para él.                                              (Génesis 2:18)
La palabra que se traduce como "solo", puede traducirse como separación o una rama de un árbol que está lejos de él. El objetivo de Dios de crear los dos sexos fue una ayuda y colaboración mutua. El trabajo que poseía Adán y la compañía que tenía con los animales creados, no podía suplir la necesidad de un igual-diferente como era Eva.

Si bien el estar en una relación estable con alguien del sexo opuesto no es una obligación, si es parte del plan de Dios.  

En tercer lugar, la idea del matrimonio fue de Dios, no del hombre. Fue Dios mismo el autor del plan para el hombre y la mujer .
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre,  hizo una mujer,  y la trajo al hombre (Gn 2:22)

Dios había dicho que todo lo que creó era bueno, sin embargo, cuando le da a Adán una mujer, es lo mejor. La ayuda idónea no es un ayuda en una relación vertical. No es una ayuda superior ni subordinada. 
La mujer no está por sobre el hombre (feminismo) pero tampoco está bajo él (machismo). Es diferente a él pero es el complemento para él.
¿Quién suplió la necesidad de Adán? ¿Él mismo Adán? ¡¡NO!! Fue Dios. Muchas veces nosotros podemos reconocer una necesidad nuestra y tratamos de “arreglar” el problema por nuestras fuerzas, sin embargo, cuando actuamos así, lo echamos a perder más. Dios sabe la necesidades nuestras y  sabe lo que es mejor para nosotros.
Dios no le dio a Adán una mujer para saciar sus deseos sino para suplir sus carencias. No es un objeto sino un complemento, no está a nuestro servicio sino que ambos estamos al servicio de Dios.


En cuarto lugar, Dios diseñó al hombre y la mujer con un plan definido en mente.

Por tanto,  dejará el hombre a su padre y a su madre,  y se unirá a su mujer,  y serán una sola carne.                    (Génesis 2:24)

¿Cuál es el plan  que encontramos en Génesis? Una unión entre un hombre y una mujer que cumple con las siguientes características.
  1.          Hay una separación de la dependencia de los padres. Cuando un hombre se une a su mujer, su primer compromiso es ella. No es que los padres no importan, pero se ha formado una nueva familia, por lo que se necesitan nuevas prioridades. Los padres deben seguir siendo respetados y cuidados, pero nuestra prioridad debe ser nuestro cónyuge. 
  2.      Es entre un hombre y una mujer. Es una pareja heterosexual. Los defensores de distintos tipos de uniones de parejas pueden hacerlo en base a sus argumentos filosóficos y sociales, pero no pueden hacerlo en forma honesta por medio de la Palabra de Dios. El principal texto para explicar que las uniones homosexuales no están en el plan de Dios, se encuentra aquí. 
  3.          Sólo un hombre y una mujer. Son dos, no tres ni cuatro. Nos apunta a la fidelidad. Hoy en día en el cual el tema de la promiscuidad está en boga, los cristianos tenemos que comprender que la fidelidad es su plan.



Es por esto que el pastor alemán, Dietrich Bonhoeffer, escribió en su libro El costo del discipulado: “Aun nuestros cuerpos pertenecen a Cristo, porque son miembros de su Cuerpo”. Por lo cual, si queremos ser verdaderos discípulos de Jesús, no veremos nuestra sexualidad como un mero apéndice de nuestra relación con Dios. ¡Por el contrario! 
Ser discípulo de Cristo, consiste también en lo que pensamos y hacemos con nuestra vida sexual. Debemos orar al Señor y decirle: “Padre, toma mi sexualidad y glorifícate en ella. Que pueda honrarte por medio de mi expresión sexual.”
Que el Señor permita que sea su plan el que moldee nuestra visión de nuestra sexualidad y no la influencia de nuestro mundo pos moderno que cambia sus valores en forma continua.