jueves, 19 de junio de 2014

Una vida cristiana más profunda por medio del Espíritu Santo

¡Bienvenido! Estoy inaugurando este blog, y espero poder en él reflexionar acerca de algunos temas de la vida espiritual, de tal forma que nos ayude a crecer en nuestra vida con el Señor.



Uno de los temas que he estado reflexionando los últimos días es respecto a nuestra relación con el Espíritu Santo. El año pasado (2013) el pastor John McArthur realizó una serie de conferencias y publicó el libro "Fuego extraño", que causó una gran polémica entre los cristianos evangélicos en Estados Unidos.
Un líder cristiano cercano me informó que las librerías cristianas se abstuvieron de traer dicho texto para evitar las polémicas.¿Qué fue lo que sucedió? En este libro, el autor comenta acerca de los abusos del mundo carismático utilizando el nombre del Espíritu Santo. Por ejemplo, el pastor Steve Lawson señala:
"El deseo del Espíritu Santo es que nos centremos en Jesucristo, no en él mismo. Ese ES el ministerio principal del Espíritu. Él nos está señalando a Jesús. Llevándonos a Cristo con mayor claridad. Cuando el Espíritu Santo se convierte en un fin en sí mismo, entonces hemos malentendido su ministerio".
Esta es una realidad a la que todos nosotros deberíamos estar atentos, el Espíritu de Dios vino a glorificar a Cristo y cualquier persona o cualquier don, no es el centro de su actividad en los creyentes. Sin embargo, el hecho que haya un fuego extraño, debería llevarnos a la obvia pregunta: ¿Cuál es la correcta relación que debo tener con Espíritu de Dios?
Como pastor de una iglesia bíblica, la Unión de Centros Bíblicos, me he percatado que muchos hermanos han llegado a la idea equivocada que la mera lectura de los pasajes bíblicos les va a ayudar a crecer en su relación con el Señor. He podido ser testigo en la vida de otros, y en la mía también, que se ha relegado al Espíritu Santo a una mera doctrina secundaria sin relación con las decisiones que a diario tomamos.
Fue en ese punto que leí un libro corto, escrito por el pastor de la Alianza Cristiana Misionera, A. W. Tozer. Su libro Una vida más profunda es interesante y actual, pues comenta como reaccionaron los cristianos norteamericanos frente a las herejías doctrinales del liberalismo teológico. Ellos trataron de defender la inerrancia de la Biblia, sin embargo, no se percataron que a veces nuestras mayores fortalezas pueden ser nuestras mayores debilidades. En una sección titulada cayeron víctimas de sus virtudes, comenta:
"La palabra murió en las manos de sus amigos. La inspiración verbal, por ejemplo (una doctrina que yo siempre sostuve y sostengo) pronto se vio afligida por una rigidez cadavérica" 
Luego añade:
"La militante, poderosa y tonificante doctrina que surgió de la boca de los apóstoles, se convirtió, en la boca de los escribas, en algo completamente distinto y carente de poder. Cuando la letra triunfó, el espíritu se apartó, convirtiéndose el textualismo en la regla suprema. Esta fue la época de la cautividad babilónica para los creyentes".
Quiero que se fije en esta segunda cita como él se refiere a la Palabra de Dios con los adjetivos de poderosa y tonificante. ¿Está siendo la Escritura así en tu vida? ¿Se ha transformado tu relación con Dios en una mera rutina que te lleva a realizar ciertas "actividades", "rutinas" o es una relación fresca y excitante respecto a lo que te depara el día de mañana?
Dicho de otra forma, ¿deseas tener una relación más profunda con tu Señor? Para esto es imprescindible la obra del Espíritu de Dios. Que Él nos permita conocerle mejor y renovar nuestro caminar con Dios.




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