jueves, 23 de octubre de 2014

¿Qué dice la Biblia acerca de la homosexualidad?

Una comprensión bíblica de los cambios sociales de nuestro país



    Los tiempos que vivimos son evidentemente diferentes a los que vivieron nuestros padres y abuelos. En todos lados vemos que el "mercado de las ideas modernas" nos ofrecen nuevas concepciones de lo que es el Ser Humano. Este siglo XXI es un siglo de grandes cambios, y algunos de ellos se refieren a la definición y la concepción de la sexualidad humana. 
     Y es debido a que nuestra sociedad occidental valora tanto la libertad individual, que nos encontramos haciendo una revisión completa de algunos conceptos que, otrora, eran considerados incuestionables.     
    Muchas personas miran la postura evangélica y se preguntan: "¿Por qué no te pones a tono con los tiempos actuales? ¿No te das cuenta que tus posturas son arcaicas?" Pero los cristianos bíblicos no estamos en una postura porque nos interese principalmente cuidar la "rica tradición evangélica" o dejar a nuestra sociedad en una especie de "congelador moral". 
    La base para cualquier discusión cristiana es ¿Qué dice Dios? Y el cristiano estará dispuesto a ir dondequiera que la voluntad divina, expresada en las Escrituras nos lleve, a pesar de nuestra pre concepciones, prejuicios y preferencias.
    Por lo cual, al acercarnos al tema homosexual, es importante hacerlo desde una base bíblica. Ella es la infalible Palabra de Dios, y es una guía suficiente para nuestra caminar en la tierra.

I.- TODOS SOMOS PECADORES
        Antes de revisar los pasajes bíblicos, es necesario establecer un punto de inicio, y es que los cristianos bíblicos no odiamos a los homosexuales. Dicho de otra forma, no somos homofóbicos. Conozco personas que padecen de aracnofobia, y apenas ven una araña, salen espantados. Pero he tenido la posibilidad de compartir con muchas personas que sienten atracción a personas de igual sexo, en un ambiente de respecto y aprecio. Las caricaturas que los activistas homosexuales quieren hacer valer por los medios de comunicación, son totalmente exageradas y sólo logran colocar a las personas que debaten el tema, en dos polos antagónicos.
       
    Dicho lo anterior, es importante afirmar también que han habido muchas personas del mundo evangélico que han manifestado su rechazo a la vida homosexual de una forma totalmente injustificada y con aires de superioridad.
   La Biblia no trata este tema como "homosexuales-pecadores" v/s "heterosexuales-buenos", pues la Biblia señala que todos somos pecadores. Pablo dijo: "Por cuantos todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23)
    Cuando hablamos de la homosexualidad, no debemos ver esto como una situación que padecen “otros” y que están distantes a nosotros, sino, una realidad que viven personas que amamos y apreciamos. 
    Por esto es importante afirmar que también todos somos pecadores sexuales. Como dice Merville Vincent, citado por John Stott  en su libro "Homosexualidad, ¿una opción cristiana?": 
“Sospecho que, desde el punto de vista de Dios, todos somos pervertidos sexuales. Dudo de que haya alguien que no haya tenido un pensamiento lujurioso que pervierte el ideal perfecto que tiene Dios de la sexualidad".

II.- DIOS DESEA CAMBIARNOS     
   Dios nos acepta en la condición que nos encontremos, sin embargo, nos acepta para transformarnos, no para dejarnos igual. Cuando una mujer. que había sido sorprendida por los líderes judíos en el pecado de adulterio, fue presentada ante Jesús, el Señor le dijo: "¿Dónde están los que te condenaban? ¿Ninguno te condenó?...Ni yo te condeno" (Juan 8:10, 11) 
    A  muchos de nosotros nos encanta esta verdad bíblica. ¡Jesús no nos condena! Decenas de personas han visto aquí que Jesús es tolerante, que nos ama a todos a pesar de lo que hagamos. Y es verdad que aquí se puede ver claramente la misericordia y amor divino, pero el mensaje del Señor Jesús no terminó ahí.
    Luego continuó diciéndole a ella: "Vete, y no peques más." (Juan 8:11). Sólo cuando leemos la frase completa podemos entender en forma cabal el evangelio de Jesús. No nos condena pero nos transforma, y si no deseo ser transformado, es porque no he entendido el evangelio.
    Por lo cual, nos tratamos de acercar a este tema con respeto y amor para aquellas personas que están confundidas respecto a la expresión de su sexualidad, pero por otra parte, lo queremos hacer bajo la verdad de Jesús para que puedan considerar atentamente lo que Dios nos dice. 


III.- PASAJES BÍBLICOS QUE HABLAN EN FORMA EXPLÍCITA DE LA HOMOSEXUALIDAD
Revisemos algunos de los textos que nos hablan acerca de la práctica homosexual.

1)  Sodoma 
Llegaron,  pues,  los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde;  y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.  Y viéndolos Lot,  se levantó a recibirlos...  y fueron con él,  y entraron en su casa...
Pero antes que se acostasen,  rodearon la casa los hombres de la ciudad,  los varones de Sodoma,  todo el pueblo junto,  desde el más joven hasta el más viejo.
Y llamaron a Lot,  y le dijeron:  ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?  Sácalos,  para que los conozcamos.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta,  y cerró la puerta tras sí, y dijo:  Os ruego,  hermanos míos,  que no hagáis tal maldad.
He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón;  os las sacaré fuera,  y haced de ellas como bien os pareciere;  solamente que a estos varones no hagáis nada,  pues que vinieron a la sombra de mi tejado.                                        (Génesis 19:1-8)

Aquí tenemos el primer pasaje explícito que aborda este tema. Algunos teólogos  revisionistas dicen que el pecado de los hombres de esta ciudad fue el no respetar las costumbres de hospitalidad. ¿Es así? Una simple lectura nos muestra que esta interpretación fuerza el pasaje en cuestión. ¿Por qué ofrecería Lot a sus hijas? ¿Por que la Biblia usa la palabra "conocer" que en muchas ocasiones tiene connotación de intimidad sexual? Por ejemplo "conoció Caín a su mujer" (Gn 4:17) o "conoció de nuevo Adán a su mujer" (Gn 4:25) .
Es importante establecer que la práctica de una conducta homosexual no fue el único pecado de estas ciudades. Algunos pasajes bíblicos como Isaías 1:10-17; Jeremías 23:14 y Ezequiel 16:49-50, nos dan a entender que habían muchos más. 
Judas, en el Nuevo Testamento, toma este texto y nos dice: "como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas,  las cuales de la misma manera que aquéllos,  habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza,  fueron puestas por ejemplo,  sufriendo el castigo del fuego eterno". (Judas 1:7)

2) La ley de Levítico
No te echarás con varón como con mujer;  es abominación.
Si alguno se ayuntare con varón como con mujer,  abominación hicieron;  ambos han de ser muertos;  sobre ellos será su sangre.               (Levítico 18:22, 20:13)

Estos pasajes son llanos y directos,. Dios le da a conocer en la Torá, a su pueblo Israel, acerca de algunas de las conductas sexuales que tenían otras naciones. Dios les muestra que es tajante en cuanto a la prohibición.

3) La descripción de Pablo de la entrada y consecuencias del pecado
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas;  pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,  dejando el uso natural de la mujer,  se encendieron en su lascivia unos con otros,  cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres,  y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,  Dios los entregó a una mente reprobada,  para hacer cosas que no convienen. (Romanos 1:26-28)

Este pasaje nos describe los efectos que ha tenido a través del tiempo, el pecado en la historia humana. Algunos han señalado que este pasaje sólo describe la practica homosexual que estaba asociada a la idolatría pagana de su tiempo. Sin embargo, este pasaje nos habla de los efectos sobre toda la humanidad del pecado, entre los cuales se encuentra la homosexualidad.
Pablo trata de que comprendamos que hay muchas cosas en nuestro mundo que no andan bien, y esto es una realidad también para nosotros los seres humanos. Por eso necesitamos el poder del evangelio, para ser restaurados por Dios.

4) Dos listas de pecadores
Finalmente, podemos establecer una cuarta categoría de pasajes bíblicos en las cuales el apóstol Pablo da a conocer una lista de pecadores.
Pero sabemos que la ley es buena,  si uno la usa legítimamente; conociendo esto,  que la ley no fue dada para el justo,  sino para los transgresores y desobedientes,  para los impíos y pecadores,  para los irreverentes y profanos,  para los parricidas y matricidas,  para los homicidas,  para los fornicarios,  para los sodomitas,  para los secuestradores,  para los mentirosos y perjuros,  y para cuanto se oponga a la sana doctrina
                                                                                             (1 Timoteo 1:8-10)

No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?  No erréis;  ni los fornicarios,  ni los idólatras,  ni los adúlteros,  ni los afeminados,  ni los que se echan con varones,  ni los ladrones,  ni los avaros,  ni los borrachos,  ni los maldicientes,  ni los estafadores,  heredarán el reino de Dios.
 Y esto erais algunos;  mas ya habéis sido lavados,  ya habéis sido santificados,  ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús,  y por el Espíritu de nuestro Dios. 
(1 Corintios 6:9-11)

a.  Estos textos nos hablan, ambos,  de sodomitas o afeminados, que proviene de la palabra malakoi, que significa “suave al tacto” y que entre los griegos se utilizaba  para referirse a los hombres (y a veces niños) que tenían un papel pasivo en la relación sexual.
Los que se echan con varones, sólo en el segundo pasaje. Aquí se utiliza la palabra arsenokoitai que literalmente es “hombre en la cama” y se refiere a los que tomaban el papel activo en el acto sexual.

Un acercamiento honesto a la Biblia nos llevará ineludiblemente a la conclusión que ella prohíbe la práctica de la homosexualidad.  Nadie puede ser un cristiano honesto si no deja que la Palabra de Dios hable por si misma y que nos exponga la mente de Dios.
Pero, esto no significa que no haya esperanza para aquellos que se sienten fuertemente atraídos  a personas del mismo sexo. El evangelio es para todos.
En un próximo artículo revisaremos cuál es la esperanza cristiana para alguien que vive en la homosexualidad.



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